¡Diciembre es mi mes!
Buñuelos, natillas, arroz con leche, tamales, perniles, marranada, sancocho, en fin, lo que me sirvan pruebo y repito. Dios bendiga este mes con solo 31 días, porque si fueran 28 no me alcanzarían para tanta dicha. Pero como seguimos en esta dinámica preventiva, optemos por sanidad y distanciamiento social sin alejarnos de las delicias decembrinas. Vamos en el día 4 y yo ya comí panettone, probé unos cuantos dulces de mis vecinas y estoy lista para que este fin de semana me sorprendan.
Siento que el agache es la regla de oro por estos días, y no es propiamente el de las compras sino el ánimo que estamos viviendo. Por ende, comer y compartir será la regla básica de la felicidad. Como dice la canción de Rodolfo Aicardi: “Navidad que vuelve, tradición del año, unos van alegres, y otros van llorando”. Es urgente que comencemos a pensar en reactivarnos, compartir a distancia, pero sobre todo comenzar a darle un aire a esta tradición maravillosa que, particularmente en Colombia, demandará mucho de cada uno de nosotros.
Regalar bocados es una maravilla, pues va uno a la fija con que se abrirá la puerta a una memoria de la historia de cada uno de nosotros. Es la posibilidad de compartir saberes y sabores que quizás son nuevos para algunos y seguro reactivarán parte de esta cadena de valor que es tan importante. Por eso hoy quiero recomendar dos proyectos que salen del corazón de jóvenes talentos de la cocina y un plan que incentiva de alguna forma la compra directa y con retorno para todos.
#ShopSmall es un proyecto que incentiva a los pequeños negocios como motor de desarrollo, pequeñas ideas con grandes corazones que, como muchos otros colombianos, apuestan por esta temporada navideña.
Magos, artesanos, alquimistas, socios, amantes y amigos, eso son para mí estos emprendedores que día a día le meten el corazón a seguir produciendo y alimentando en medio de la pandemia. Anímense a seguirlos y de paso a ordenarles más de un antojo para esta Navidad.
Santiamén (@santiamenartesano) es un lugar encantado donde el conjuro especial está en el corazón de una familia que por mas de tres décadas se ha dedicado a alimentarnos a todos los vecinos y paisanos de La Calera y sus alrededores. Bienvenidos todos, sin importar la edad hay un plan o un plato que les llenará el corazón. Música, arte, cocina o un café que les reconfortará el alma. Simplemente es un lugar delicioso para compartir, comer y llevar un bocado para regalar y convidar.
Grildos (@grildospastry) es un proyecto en el corazón de Tunja para toda Boyacá y Colombia. Por obvias razones, el fuerte es el panettone en estas épocas, pero sus tortas y panes son de infarto. Una joven pareja que ha recogido experiencias por el mundo hoy se convierte en un referente que va de lo dulce a lo salado en un solo bocado. Un superrecomendado, los alfajores.