El cartel de la coca

Hace varios años trabajé para una compañía donde a la hora del almuerzo existía el “Cartel de la Coca”. Sí, así se hacían llamar las niñas regias de Bogotá que llevaban su almuerzo light del día.

Hace varios años trabajé para una compañía donde a la hora del almuerzo existía el “Cartel de la Coca”. Sí, así se hacían llamar las niñas regias de Bogotá que llevaban su almuerzo light del día.

Era la hora temida. Sabíamos que después de pasar por el microndas, la oficina tendría una fina fragancia y no propiamente francesa. Olería al temido huevo duro recalentado y a atún tibio. Hoy no pretendo juzgar a nadie, ni meterme en los presupuestos internos de sus bolsillos, sino hacer un llamado a la cordura y a la convivencia laboral a la hora del almuerzo.

En un país como Colombia es un lujo poder almorzar fuera a diario, o siquiera pensar en ir a la casa para economizar platica. Con las nuevas políticas de las empresas de “menos es más para que se vaya temprano a la casa”, todos caemos redondos en la coca, en la recalentada y en comer frente al computador porque somos más eficientes.

ERROR, amigo. Ni es más eficiente, ni es feliz y además me daña el día a mí y al resto de sus compañeros que lidiamos con el teclado lleno de grasa, la oficina infectada de olores rancios y le apuesto que, además, más de una vez ha salido con dolor de estómago porque se le “enrranció” la comida.

¿Qué puede haber menos higiénico que lavar la coca con el mismo jabón cochino lleno de comida, y un hilo de agua, en un platero minúsculo y con cinco personas acosando? Pues que usted llegue a su casa muerto del cansancio y encima le ponga otra vez comida para el día siguiente. Ok, entiendo a mí me ha pasado. Pero realmente podemos hacer un cambio.

Cocine tres veces a la semana, congele las sobras ricas del fin de semana en cocas limpias, y aprenda a conservar su comida de tal forma que se pueda dar permisos de salir de parche de vez en cuando. Olvídese por amor al vecino del huevo frito, no porque no sea su proteína, sino porque el huevo se descompone con mucha facilidad; ¡cambie los fritos por plancha, sudados, asados! La grasa se entrapa y la comida comienza a cambiar de textura y de sabor, además de taponarle las arterias.

Quiérase un poquito y no use una sola coca por perezoso. Las frutas y verduras puede ponerlas hasta en una bolsa que selle: van a llegar menos espichadas; y el resto en una coca donde quepa todo y no tenga que sellarla a presión. Por demás que para que el almuerzo sea más “alimentador” y propositivo lo ideal es que su coca le guste, le parezca agradable y que, si pasa por el microndas, no se queme las manos.

Soy fiel abanderada de que todos en nuestras oficinas debemos poder comer en platos, con cubiertos, y las bebidas, ¡a los vasos! Simplemente porque hasta dejan de contaminar la comida con desprendimientos que genera el plástico al ser calentado. Deje la pereza, haga con inteligencia el mercado y verá que el Cartel de la Coca se convierte en un momento placentero para usted y sus vecinos.

Ok, a la luz de esto, mi propuesta, solicitud y colaboración es simple y por eso le voy a dejar una receta que seguro los desvara; no va a dejar la oficina infestada y lo va dejar lleno pero sin quererse acostar a dormir:

(1) Pechuga de pollo cocinada con sal, pimienta y algunas hierbas que tenga en casa picada en dados o desmechada.

(1) Rama de apio picada.

(1/2) Cebolla pequeña picada.

(2) lonjas de tocineta picadas, fritas y muy bien escurridas.

Cilantro al gusto picado.

Mayonesa al gusto.

La magia para no morir intoxicado es preparar todo por separado y esperar que el pollo y la tocineta estén bien fríos antes de mezclarlos. Mezcle todos los ingredientes con la cantidad de mayonesa que lo haga feliz. ¡Refrigérela! Puede acompañarlo con arroz blanco como ensalada de pollo. Llevarlo separado y armarse un muy buen sandwich en la oficina con pan fresco o si es más light, lleva algunas hojas de lechuga en su respectiva bolsa y termina su ensalada como único plato.

Si no puede vivir sin su huevo duro, ok. Pero llévelo picado y mezclado así no tendrá confrontaciones por los olores.

¡Que viva el cartel de la coca!

#MadamePapita

@ChefGuty para El Espectador. Mayo 26, 2016.

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