No hay nada más pavoroso que abrir la nevera y encontrarse con lo mismo: con la imperiosa necesidad de pensar ¿qué cocino?
Cansancio, desgaste o pereza hacen que cocinar comience a aburrirnos y todo sepa a lo mismo. Los lunes carne, los martes pollo, los jueves pastas, los sábados sorpresa. ¡No hay posibilidad! Los menús tan poco creativos son para los colegios que deben planear 52 semanas de cinco días, pero no para casas felices donde comer debería ser un ritual de gusto y placer.
El aburrimiento en la cocina es un reflejo de la monotonía que cargamos en la cabeza o de la teoría que somos negados. Comer y cocinar es una excusa para construir sonrisas y espacios, y revivir hasta el amor de las parejas.
Siendo sinceros, nada más erótico que el mundo de la comida. No solo en lo habitual como el chocolate, la crema, fresas, etc; sino el hecho de mezclar, cocinar y coquetearle a la comida. Las cocinas hoy en día son un lugar de esparcimiento y visita, son espacios donde nos hemos ido moviendo a compartir las fiestas y las horas importantes. Hasta en el cine la referencia de la cocina siempre tiene unas implicaciones muy ¡calientes!
¡Práctica, señores!, no es más. Es perderle el miedo a encontrarle el gusto a hacer mercado, a buscar recetas y a poner su toque personal; es como aprender a montar bicicleta o a dar besos. Nadie nace aprendido pero la práctica hace maestros.
Está de moda el “de todo” para hacer en la cocina por poquitos: Clases grupales o individuales donde la creatividad es lo fundamental, tutoriales, personal shoppers, restaurantes clandestinos, aplicaciones para hacer mercado y compras, promociones en restaurantes, experiencias sensoriales, en fin lo que ustedes piensen, hoy por hoy, es posible en torno a la cocina.
¡Anímense a ser expertos creadores! Es una posibilidad donde cabe toda la familia y amigos. Pero si definitivamente usted insiste en que tiene dos manos izquierdas para la cocina, le dejo un par de recomendaciones para que siempre este en la movida.
Chef Burger: En la variedad está el placer y claramente esta carta de hamburguesas tiene unas mezclas muy particulares pero bien logradas. Cadena paisa que se tomó Bogotá con una muy buena opción para los que amamos las hamburguesas. Hay que probar papas americanas con cheddar y tocineta crocante, y la americana.
Leon Mozzarella Bar: ¡El que sabe, sabe! y esta experiencia de terraza y mozzarella en muchas presentaciones me hace infinitamente feliz. Burratas, vegetales asados, carnes y unos buenos tragos hacen de este bar una experiencia casi que religiosa.
#MadamePapita