No hay nada más diciente en una relación donde la química prima que ese sabor en la boca que no es ni chicha ni limonada; esa salivación exagerada, las risas cómplices, las muecas sin explicación, ese no sé qué, no sé dónde que nos hace revolotear mariposas en el estómago. Eso es tener la certeza de que lo que sea que se está disfrutando realmente nos mueve todos los sentidos y nos hace sentirnos realmente vivos.
Creo firmemente en que así como la comida me enamora, me llena el alma y el corazón; el resto de mi vida es una sincronía perfecta con mi alimentación. Cada día trae su afán, su sabor y sus caprichos; días donde los antojos me dominan, como días que parezco comiendo como un pájaro. Y gracias a Dios es así, de lo contrario no solo tendría que entrenar a diario, sino que viviría a dieta y altamente frustrada… y el amor a la buena comida, como a la pareja, no debería ser ni frustrante, ni monótono y mucho menos regido por manuales de abstención.
El balance perfecto es comer de a pocos, cinco veces al día o seis en otros casos; son momentos de alegría. Bocados sabrosos, lujuriosos, que se convierten en pequeños oasis de esparcimiento mental.
Yo soy de desayuno trancado, almuerzo con unas ricas carnes y abundantes verduras, y una comida baja en harinas pero llena de color y sabor. Y durante el día me dejo tentar por pequeñas indulgencias entre frutas, nueces o uno que otro antojo que me recuerda los besos robados de la adolescencia, entre más pecaminoso, más sabroso. No hay nada de malo en equilibrar entre lo mal llamado “sano” y los bocados esenciales de la vida, esos que endulzan los días y hacen explotar de felicidad el corazón.
Hoy quiero recomendarles el maridaje perfecto para el fin de semana, el Bogotá Wine and Food Festival (@bogotawinefood), cuatro días donde podrán disfrutar de los mejores vinos con menús perfectos. Charlas con expertos, noches cinco estrellas y una gran degustación hacen parte del tentador menú de este festival que está perfecto para enamorar.
Por último, les recomiendo un lugar mágico en Cartagena, Amar Yachting Experiences (@amar.charter). En pleno Centro de Convenciones, un café mágico donde no solo pueden tener un espacio de paz en medio de sus eventos, con comida deliciosa, sino que además encontrarán una boutique de diseño, un laboratorio de experiencias para sus eventos y un millón de cosas lindas.
#MadamePapita