Puro amor criollo

“¿Sabes lo bueno de la comida? Junta a gentes de todas las condiciones. Las calienta y les pone una sonrisa en la cara”. La princesa y el sapo.

Y eso es lo que uno encuentra tras recorrer las calles de Nueva Orleans (Louisiana), una ciudad de contrastes, rica en música, colores y sabores, es la capital por excelencia de la comida criolla de los estados del sur de Estados Unidos. La rica mezcla de culturas permitió el crecimiento y consolidación de una cocina que con mucha propiedad refleja sabores africanos, españoles, italianos, caribeños y nativos americanos, entre otros, que sumados a los productos de un mar prolijo hacen de esta ciudad una olla en constante ebullición.

A fuego lento, calderos, ollas, y hornos viven las 24 horas del día la desenfrenada vida de una de las capitales turísticas y gastronómicas del mundo. La ciudad tiene siempre un aroma, algo así como un hilo invisible que lo lleva a uno de restaurante en restaurante probando y brindando por los tesoros de la comida sureña. En sus calles, los aromas de las especias, hierbas, pimientos, ajos, verduras, carnes y mariscos dan cuenta de sudados, sopas, guisos, fiambres, refinada panadería y deliciosos bocados dulces, que reflejan lo picante y sazonada que puede ser esta cocina y la ciudad.

Una herencia gastronómica que ha sobrevivido no solo a su identidad con el paso de los siglos y las migraciones propias de un puerto, tanto de río como de mar, sino a la inclemencia de la naturaleza que de cuando en cuando los somete a duras pruebas. Comedores, restaurantes, bares o puestos de comida en la calle siempre tienen de fondo un compás de jazz, góspel o blues que le agrega ese ingrediente secreto entre trompeta, saxo y piano a la dicha de una mesa criolla del sur.

Grandes músicos reconocidos mundialmente han nacido en esta burbuja multicultural: Louis Armstrong, Fats Domino, The Neville Brothers o Wynton Marsalis; literalmente como en las películas la banda sonora le da vida a esta exquisita comida, que entre el gozo pagano, sus famosos carnavales de Mardi Gras y las reflexiones de la ciudad, cuentan la historia de Nueva Orleans a través de sus raíces, su comida y su cultura.

No dejen de probar, caminar y dejar que el paladar les dé su mejor calificación a la hora de comer. Siempre viene bien una ayuda digital como Open Table, que los ayudará a ver las mejores mesas y horas para comer.

#MadamePapita

@ChefGuty para El Espectador. Agosto 22, 2019.

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