Familia preparada cuida su salud y su bolsillo

Enero nos sacudió con muchos cambios, la mayoría de ellos con grandes implicaciones en nuestra vida diaria. Cerramos la tercera semana del mes y ya comenzamos a evidenciar dónde debemos trabajar más intensamente para que este año sea verdaderamente productivo. La gran temporada turística finalizó esta semana con el regreso de todos a casa y nuestras regiones retoman su pulso normal.

Ese regreso a la rutina es el momento perfecto para enfocarnos en lo local con más dedicación que antes. Pongámonos las botas los fines de semana y volvamos a la plaza, no solo para hacer nuestro mercado, sino para descubrir nuevos productos, servicios e incluso restaurantes que nos ofrecen estos espacios. Este bimestre, además de volver a la rutina, trae consigo temporadas de heladas y soles penetrante que, aunque no nos afecten directamente hoy, impactan la producción general: escasez de agua, menor acceso a pastos para los animales, hortalizas, frutas y verduras disminuidas. En resumen, es momento de prepararnos para marzo y abril.

La semana pasada un lector me comentó que había que prepararse desde el año pasado. ¡Y tiene razón! Pero, siendo realistas, el poco tiempo que tenemos muchas veces solo nos permite planificar para el mes siguiente, no para un trimestre completo. Eso sería lo ideal, pero nuestro día a día nos lleva a avanzar poco a poco, paso a paso.

Dicho esto, manos a la obra. Menos quejas y más acción en torno a nuestra despensa, nuestros productos y las oportunidades para hacer rendir el dinero, apoyando de paso a nuestro campo. Es momento de considerar hacer conservas, mermeladas o congelar productos que ahora estén a mejor precio. Si están más organizados, pueden dejar listos los menús; y no me refiero a anotarlos en un cuaderno, sino a comprar los insumos necesarios, armar paquetes y congelar todo aquello que más adelante podría costar el doble. No se trata de preocuparse, sino de ocuparse en mejorar nuestra calidad de vida y optimizar el rendimiento de nuestra comida.

Algo más para tener en cuenta: muchas tiendas y supermercados han dispuesto secciones específicas en sus góndolas para productos próximos a vencer. Estos suelen ser más económicos, siguen siendo de buena calidad y nos permiten planificar mejor en casa. Este sistema no es exclusivo de nuestra región; existe en todo el mundo y se afianzó después de las grandes crisis económicas de la primera década de este siglo, cuando la hambruna se volvió aún más evidente. Así que, ¡sin pena! Pregunten por los descuentos y saquen provecho hasta de las fechas de los productos. Todo ayuda.

Por último, les hago una invitación a seguir fomentando proyectos que impulsen a nuestras familias y amigos. Esos pequeños emprendimientos nos facilitan la vida y, al mismo tiempo, apoyan a quienes nos rodean. Siempre hay alguien que ofrece almuerzos más económicos que los restaurantes, alguien que consigue mejores precios para el mercado o quien nos pueda ayudar con servicios complementarios, como arreglar nuestra casa cuando no tenemos tiempo. La cadena de favores sigue siendo fundamental en nuestra vida diaria, así que busquemos esos puntos de conexión para fortalecer nuestros proyectos y los de los demás.

Último hervor: El miércoles, Estados Unidos inició un cambio trascendental en la industria de los alimentos, uno que muchos llevaban años solicitando: la eliminación de la anilina roja No. 3 de los alimentos y otros productos. Para quienes somos alérgicos a este compuesto, este es un avance enorme, ya que se trata de una sustancia que, de manera silenciosa, está presente en una gran cantidad de productos. Lamentablemente, no todos tenemos el hábito de leer etiquetas con atención. Algunos podrían considerar esta medida una exageración, pero los invito a informarse y analizar antes de criticar, pues los efectos de esta anilina en el cuerpo humano son bien conocidos y documentados. Ojalá este paso marque el inicio de un cambio global en los mercados.

#MadamePapita

@Madamepapita para El Espectador. Enero 17, 2025.

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