Manjares de reyes

Estamos de plácemes, y no es para menos. Que los colombianos podamos entrar y salir del Reino Unido sin tener que sacar visa nos da la oportunidad de visitar, sin tanto pereque y costos extras, uno de los países con más historia del mundo, dueño de una gastronomía muy particular. De un tiempo para acá Inglaterra está aún más presente en nuestra memoria, y nuestra lista de sitios y pendientes por conocer creció gracias a la serie “The Crown”, una afición que adquirimos en casa recientemente, y que se nos ha convertido en la clase de historia de nuestras noches.

A mí particularmente me une un lazo poderoso, pues parte de mi corazón vive allá. Esto me ha enseñado a vivir y respirar Londres, su capital, a verla con otros ojos y apreciar cada rincón de una ciudad mágica, multicultural, donde confluyen propios y extraños que construyen y permiten disfrutar espacios para todos los gustos.

Londres tiene tantos lugares por visitar que una visita de pocos días, que más bien parecían una maratón, me permitió darme un barrido global, pero dejando varias asignaturas pendientes que ahora entrarán en mi lista del “Niño Dios”. Quisiera compartir algo de esta experiencia, ahora que todos estamos haciendo cuentas para saludar a Su Majestad Carlos III. Lo primero, si llegan temprano, es buscar un buen lugar para desayunar. Yo tuve la fortuna de visitar Bill’s (@billsrestaurant) y obvio no me iba a poner con inventos chinos: tocaba ir a la fija con el tradicional completo o “Full English Breakfast”, pues la magia es vivir la experiencia. Como dirían en mi casa, con ese desayuno se dura hasta la comida: frijoles, tocineta, tomates y champiñones parrillados, huevos, salchicha (bien condimentada), morcilla, hash brown, tostada, café o té. Todo esto va seguido, necesariamente, de una buena caminata para bajar la llenura.

Los londinenses tienen un sistema de transporte amigable que, de alguna forma, conecta de manera ágil y segura a la ciudad. Como turista vale la pena no solo viajar en los icónicos buses rojos de dos pisos que hemos visto en cientos de películas, sino disfrutar del metro y de todas las historias que se pueden encontrar en las estaciones. Si están holgados, mídanse a un viaje en uno de los clásicos taxis negros o por lo menos disfruten de verlos en la calle, pues siguen siendo un símbolo de esta gran ciudad.

El día transcurre entre museos, tiendas clásicas, calles llenas de lugares históricos donde sin pensarlo, casi que sin querer, uno se topa con los Beatles, los Rolling Stones, Sherlock Holmes, la historia de la realeza y una preciosidad de jardines propios de los palacios. Este plan es, quizás, uno de los más coloridos y ricos, en espacios para compartir una comida al aire libre o sacar la lonchera y animarse a un improvisado pic-nic.

Caminar es la mejor opción. Uno agarra un mapa y descubre rincones, edificios, historias que no hay otra forma de vivir. Bicicletas o patinetas para alquilar son una muy buena alternativa, si el clima lo permite, pues como bien dice la historia, Londres tiene clima propio, y generalmente no es el más cálido.

El crecimiento de la ciudad es impresionante. En medio de un desarrollo arquitectónico impecable, no hay un desatino entre lo clásico y lo moderno, pues el urbanismo de la ciudad es una obligatoriedad. Obvio, hay una mezcla cultural importante, pero, guardando las proporciones que se necesitan. Es decir, uno no se topa con chambonadas tipo el Edificio Acuarela de Cartagena.

Otro clásico obligatorio de esta visita fue comer “Fish and chips”, el tradicional pescado frito con papas fritas, y también probar uno que otro bocado en una calle, que bien puede ser Notting Hill, donde pueden conseguir hasta café colombiano en @hermanoscolombiancoffee, un lugar divino donde tanto el local como la calidad de sus cafés nos hacen sacar pecho. En estas calles uno puede picotear frutas frescas, bizcochos, galletas, buenas cervezas, y parar y disfrutar de comida española, libanesa y turca maravillosa. Es un plan para caminar, visitar y disfrutar de un gran mercado callejero.

Algo muy particular de esta maravillosa ciudad son sus miradores. Edificios, iglesias y el maravilloso @londoneye que, de manera circular, permite ver la ciudad gracias a sus 360 grados. Siempre hay que llegar con tiempo, tener las entradas y claramente armarse de paciencia en la fila de ingreso.

La noche es el momento de los pubs y de la multiplicidad de cervezas que hay para elegir en este país. Estos bares son, en algunas oportunidades, miradores nocturnos que dan otra vista a la misma ciudad. @sg_skygarden fue uno de mis favoritos: un jardín en un último piso de un céntrico edificio se convierte en un bar donde las ginebras son la especialidad. Buena música, maravillosa vista y algo que picar, un buen plan para ver el atardecer y la llegada de la noche desde el centro de la ciudad.

No me podía ir sin tomarme un té y vivir la experiencia de esos manjares reales, esos bocados que acompañan esta ceremonia en la que se convierte esta bebida. Y aquí si saqué todos mis ahorros, pues no hay mejor inversión que hacerlo entorno a la mesa, viviendo la tradición y la cultura del té. “Fortnum & Mason”, @fortnums, tiene más de trecientos años de servir té, comida y experiencias únicas entorno a este maravilloso momento de la tarde londinense. Scones, sanduches, repostería y panadería; mezclas únicas de té, buenos vinos y una tienda única donde pueden llevarse uno que otro té para su casa. Punto a su favor, venden cacao 100% colombiano, una vez más saqué pecho y me sentí más orgullosa de lo normal.

Y para cerrar no podía irme sin comerme una buena hamburguesa con cerveza en “Five Guys” @fiveguysuk, donde sin manteles a la vista se disfruta de una excelente hamburguesa de carne jugosa y papas crocantes, que se puede tener un respiro en el medio del día. Y si son fanáticos de los cacahuetes frescos, no olviden pasar a servirse su porción totalmente gratis.

¡Qué viva Su Majestad la falta de visa!, que por primera vez en años me da la dicha de saber que es más fácil llegar a ver a mis seres queridos, seguir conociendo y, claro está, encontrando nuevos sabores en cada rincón. Ahora lo difícil será que la devaluación de nuestro sufrido peso me deje seguir viajando a probar todos los manjares de reyes… Y no olviden que este 9 de noviembre llega la nueva temporada de “The Crown”, para seguir profundizando en medio de esta gran historia.

#MadamePapita

@ChefGuty para El Espectador. Octubre 28, 2022.

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