México siempre está en el corazón de los colombianos. Y no lo digo por ese romanticismo de ser naciones hermanas, sino porque realmente son muchas las cosas que nos unen: la música, que tanto disfrutamos en serenatas llenas de rancheras y charros; la idiosincrasia, que nos hace ser tan parecidos en nuestra forma de ser y, por supuesto, la comida, que tanto disfrutamos.
En estos días he tenido al país azteca un poco más cerca de mi corazón no solo por haberlo visitado recientemente, una experiencia que les quiero compartir, sino por su grito de independencia, que se conmemora estas semanas y, al parecer, sonó tan fuerte que iba despertando ese tenebroso terremoto de hace unos años, que todos rogamos a la virgencita de Guadalupe no vuelva a sacudir al país.
Les decía que tuve la oportunidad de visitar este país y caminar por las calles de Ciudad de México, que no solo permite conocerla de cerca, entre sus árboles y hermosas plazas, sino asistir a una feria de aromas de buena comida. Así como en Colombia ya se han hecho famosos los puestos de arepas en las esquinas, los mexicanos tienen sus planchas de tacos y tortas, y es imposible no sucumbir al antojo. Pero esto no solo sucede en cada esquina, los restaurantes están por todos lados, y déjenme decirles que fui afortunada, pues donde entraba encontraba buena comida.
En esta visita conocí la cadena de restaurantes La Casa del Pastor (@lacasadelpastor), que por fortuna no es el hogar del pastorcito mentiroso ni de los pastores de Belén, sino que es el imperio del taco al pastor, con esas carnes monumentales que dan vueltas en un rodillo (muy similar a mi experiencia en Turquía con los Kebabs). Acá, los encontré llenos de chiles, y acompañados de una carne más sabrosa y jugosa. El lugar podría ser algo así como un segundo hogar para los amantes de estos tacos, pues tienen clara su especialidad y logran que el cliente vaya a lo que es, y salga feliz después de una buena comida y unas cuantas chelas (cervezas).
Otro lugar aún más popular, y que amé desde la entrada por su festival de chiles en nogada y su ambiente familiar, fue 5 Caudillos (@5_caudillos), lugar donde, al son de música en vivo o buenas baladas y clásicos del rock mexicano, pasan por las mesas enchiladas, tortas (como las del Chavo del 8), chilaquiles y, como no, unas buenas patas de res, filetes de pescado y unos sabrosos caldos tlalpeños. Este es un lugar lleno de autenticidad, que vale la pena disfrutar pues es muy propio de su cultura, esa donde se come y se hace feliz tanto al mexicano como al visitante, sin escatimar en chiles, sabores y atenciones. Es decir, calidez total.
Para cerrar esta mirada a las comidas populares y paseos sabrosos, luego de aprovechar el domingo para visitar a la virgen de Guadalupe (para que me siga llevando a México y nos proteja a todos), me fui con unos amigos a Xochimilco. Fue un plan delicioso, así nuestros cuates mexicanos dijeran que era el peor día. En mi opinión fue todo lo contrario, pues estuvo lleno de trajineras coloridas con mariachis y banda, donde uno puede pagar por una serenata o unas cuantas canciones. Un ambiente perfecto para unas buenas cervezas locales acompañadas de esquites, un plato que es maíz tierno con mucho queso y chile piquín, y una que otra quesadilla. A mí me sabe a gloria ese plan, y siempre me ha parecido muy folclórico y lleno del amor de sus cocineras y negocios, que viven de eso y por eso llenan de cariño cada plato y cada experiencia, al pasear en un canal con sus comidas, atendiendo a turistas y también a los locales, pues es un lugar para celebrar y armar fiesta propia.
Ya finalizando, y para compartirles otro tipo de recomendación, encontré en Polanco un maravilloso restaurante, que ya había visto en Miami. Se llama KYU (@kyumexico), y su cocina está dominada por la leña y los sabores asiáticos. En esta terraza maravillosa, la experiencia es más agradable si prueban diferentes platos junto a varios amigos. Todo es maravilloso: los pescados, los tiraditos, las carnes, las verduras y, sobre todo, ese sabor tan característico de las brasas con toque mexicano. Los cócteles y el ambiente harán de su experiencia una velada excepcional, digna del mejor estilo de la hermosa Ciudad de México.
México es de esos amores profundos del alma, de los países que vale la pena recorrer y visitar una y otra vez, y ojalá tomarse el tiempo de probar y conocer. Eso sí, no se debe olvidar que lo que pica, repica en la barriga.
#MadamePapita
@ChefGuty para El Espectador. Septiembre 23, 2022.