Mensajes de la vida

¿Se han puesto a pensar lo frágiles que somos los seres humanos? Yo me lo cuestiono cada día y la respuesta siempre es “busca tu esencia”. Se trata de una búsqueda que, aunque suena como frase de película o de libro de superación personal, tiene toda la verdad necesaria.

Y es que sin duda es fantástico poder tener cómo viajar, conocer muchas culturas y, en mi caso, comer como todo un local y deleitarme con sus sabores, o comprar todos los utensilios de cocina habidos y por haber, y también los nuevos productos gastronómicos que continuamente salen al mercado, ir a cuanto restaurante nuevo que abren o darme el lujo de recorrerme la Guía Michelin completa, y todas las otras que sacan año a año. Sin duda todo eso es maravilloso, pero yo, hoy, vuelvo a la esencia.

El planeta nos está dando una lección gigante. La madre naturaleza está pidiendo que pare tanto maltrato. Clama por una pausa en esa falta de cuidarnos, de mirarnos, de reconocernos como seres, de defender nuestra existencia.

Eso que pasa en el mundo entero me ha hecho empezar a aprovechar la tierra que tengo en casa: renovar las aromáticas y pasar de las agüitas de sobre a la aromática natural; de las lechugas y las espinacas escogidas rápidamente en el supermercado, a la paciencia de sembrarlas, esto es, desde hacer el semillero y cuidar la planta, hasta tener el privilegio de poder cosecharla. He descubierto el gusto por reciclar (y colaborar con los que viven de ello, y de paso impactar menos a la naturaleza con tanto plástico y vidrio regado), por reusar lo que creía era un artículo inservible que hacía bulto en la bodega, y convertirlo en la base de una planta, de una nueva lámpara, o inclusive arreglarla para que alguien la use.

Por eso hoy, más de contarles de nuevos lugares para disfrutar, de cocinas ancestrales que apreciar o de poner el ‘spot’ sobre innovaciones o nuevos creativos de la cocina, quiero que miren al interior de sus cocinas, de sus despensas y hasta de sus bodegas.

Además, creo que llegó la hora de dejar de vivir contrarreloj en casa por tanto trabajo, y más bien usar la tarjeta de minutos que tanto anhelamos, darnos el tiempo de vivir, de mirar, de gozar.

Vamos a comer bien. Eso significa volver a cocinar las recetas de las abuelas, hacerlas en familia y sacar los moldes para volver a hacer galletas y tortas para los sobrinos. Poner la música que hace rato no escuchamos, disfrutar con todos los sentidos de la compañía de nuestra pareja, y darnos el tiempo de mirarnos a los ojos y de querernos bonito.

Ahora que muchos en el mundo están regresando a casa, como en las épocas del apagón colombiano, lo realmente valioso es encontrar un espacio ideal para volver a desayunar, algo que solo hacemos bien los domingos; almorzar largo no por la comida sino por la conversa, y reír y recordar en familia. Volver a conectarnos.

Aprovechen entonces para desempolvar los corotos y saquen lo mejor de ustedes, para ser el miembro de familia que todos quisiéramos tener. Limpien la bicicleta y échenla a andar, y piensen en qué es realmente lo importante en la vida, si nos dijeran que algo raro viene a amenazar nuestra tranquila zona de confort. Vamos a decirnos “te amo”, vamos a reencontrarnos bajo condiciones seguras, vamos a perdonarnos y a crear unas nuevas formas de respeto, y vamos a buscar esas raíces que nos dan la fuerza para seguir adelante.

Eso fue, en parte, lo que la vida le enseñó a Andrés Rueda, fundador de Epic Gastronomy, y un profesional del buen vivir, los vinos y el arte de la mesa, al que luego de 23 años de recorrer viñedos, transmitir cultura a nivel nacional, y cumplir muchos de sus sueños, su cuerpo le pasó factura y le pidió un cambio a gritos. Paradójicamente, todo lo que amaba y gozaba de su trabajo se devolvió como un búmeran.

Y de toda esa reflexión de salud y de vida nació Epic Gastronomy, una compañía de catering experimental que ha logrado, en muy poco tiempo, consolidarse como una de las mejores opciones en Colombia, ya que sus insumos son buscados con cariño, conocimiento, apoyando la industria gastronómica y, sobre todo, resaltando la diversidad de los productos en Colombia.

Volvamos a la esencia, a casa, antes que se hagan más evidentes esos mensajes de la vida.

#MadamePapita

@ChefGuty para El Espectador. Marzo 13, 2020.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Otras columnas

Acompáñame cada semana a recorrer temas que nos unen a través de la comida y sus tradiciones, las recomendaciones de buenos lugares y viajes glotones, productos y emprendimientos que vale la pena destacar y un descubrimiento de nuevas alternativas de salud, alimentación y bienestar con los aceites esenciales.

¿Sin pena, ni gloria?

Comer es un placer, de eso no tenemos duda alguna. Lo creo de corazón y espero que sea así. Esta semana, llena de emociones fuertes en la vida nacional, me ha llevado a pensar que realmente nuestra identidad como colombianos

El fantástico ceviche

En mi casa me conocen como “Cevichica”, como un homenaje a ese personaje maravilloso de la serie animada El profesor Súper O, pues aparte de la papita en todas sus presentaciones, sabores y colores, el ceviche es uno de mis

Buena yerba

Ya es tradicional que en las casas colombianas llamen a las ovejas negras de la familia, a los necios e incomprendidos, “mala yerba”. Esa que se mete entre los cultivos y opaca el crecimiento de las buenas hierbas, que son