Tradiciones

Sopa de arroz con zanahoria rallada y cilantro fresco es el mejor recuerdo que tengo de los almuerzos en la casa de mi abuela.

Sencilla, sin mayor ciencia, nada más allá de un par de horas a fuego medio, verduras y mucha sustancia. Cero cubos mágicos, nada que viniera de un sobre o fuera químico; pero, eso sí, una tonelada de amor era el ingrediente mágico. ¡Cómo extraño esos sabores tradicionales a la hora de comer fuera de mi casa!

La sofisticación se toma el mundo gastronómico. La física, la química y todas las ciencias que ahora hacen parte de la cocina nos hacen pensar a diario qué es lo que nos estamos metiendo a la boca. ¿Qué de todo lo que es una maravilla para la dieta, para controlar el peso, para dar mejores colores a los productos y hasta para realzar los sabores es realmente bueno? Yo sí soy como la tía harta de la familia: leo las etiquetas, pregunto, googleo y reviso con cuidado los empaques. Para nadie es un secreto que ya las restricciones y avisos de precaución están a un clic de cada uno de nosotros.

Por eso valoro y celebro a todos los cocineros que han decidido dar la pelea por lo básico, por las tradiciones que todos recibimos en nuestras casas y por revivir procesos que en el camino de la modernidad y su falta de tiempo hemos perdido. El sabor de un horno de leña, de un estofado hecho con tiempo y sin olla a presión, siempre será un manjar para los que comemos con el corazón.

Mis respetos también a todos los creativos, a sus espumas, sus anilinas, el nitrógeno y todo lo demás que es fundamental para ellos. Por mi parte el humo que me gusta es el de la leña, los colorantes vienen de la naturaleza y el tiempo es el mejor aliado a la hora de preparar un plato. Yo no cambio un pescado o un sancocho a la leña por nada.

El rescatar nuestros productos básicos del campo, las tradiciones gastronómicas y los sabores de cada una de nuestras regiones nos enriquece, nos deja crear sin repetir y nos permite crecer como colombianos orgullosos de comer marranitas, arepuelas, lulada, bandeja paisa, maduro con guayaba, mazorca asada en la carretera y sobrevivir a las dietas de nuestras mamás que todo lo solucionan con un poco de caldo.

#MadamePapita

@ChefGuty para El Espectador. Abril 26, 2018.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Otras columnas

Acompáñame cada semana a recorrer temas que nos unen a través de la comida y sus tradiciones, las recomendaciones de buenos lugares y viajes glotones, productos y emprendimientos que vale la pena destacar y un descubrimiento de nuevas alternativas de salud, alimentación y bienestar con los aceites esenciales.

Esencialmente básico

“¡Siempre me cautivaron los aromas de la cocina de mi madre y el hermoso bazar de la India, que exhibía coloridas especias, frutas y verduras! Gracias al trabajo de mi padre, tuvimos la maravillosa oportunidad de viajar, vivir y experimentar

¡A gozar a pierna suelta!

¿Por qué nos cuesta tanto conocer y probar? ¿Qué es lo tan particular de dejar de preparar el mismo arroz con el mismo pollo? Se llama monotonía, viene cargada de un poco de pereza, falta de tiempo y costumbre. Pero,

Isla para dos

La costa Caribe colombiana se ha especializado cada vez más en un turismo boutique bastante interesante, que nos muestra en sus ciudades capitales espacios llenos de buen diseño y magia que deslumbran a sus huéspedes con encanto; y ni qué