Directo al grano

Colombiano que se respete suspira por una buena bandeja paisa, un suculento plato de calentado, una arepa con mantequilla y queso (no importa la región) o una sopa espesa de arroz con arveja verde. Común denominador, granos y no propiamente para las gallinas, sino para todos los que adoramos esos sabores de casa.

Últimamente he vuelto a encontrar deliciosos platos sencillos como la sopa de cebada perlada, el cuchuco con espinazo y la sopa de arveja. Además de variaciones a las recetas clásicas de las lentejas o garbanzos que nos daban en las casas de las abuelas. Reviví la torta de menudo con huevo duro, la ensalada de lentejas tibia con arroz integral y unos deliciosos pasteles de garbanzo con carne picada.

Lo que aparentemente es una moda, el gran descubrimiento de los granos, los súpergranos o como los quieran llamar, es simplemente el regreso a las dietas más básicas y nutritivas que tuvieron las culturas andinas ancestrales. Dietas sanas, llenas de proteínas y producidas de una manera limpia y saludable. Sabias herencias que estamos recuperando y que sin duda nos darán una mano no solo a los vegetarianos sino a los omnívoros.

¡Granos sagrados, benditos granos, sanos granos! Y es hora de que se ganen su lugar de nuevo en nuestras mesas, sin generar pánico. El tema no es que sean pesados, que nos caigan mal o que se necesite un aguardiente para bajarnos la llenura; es aprender a remojarlos, cocinarlos y mezclarlos. Las mamás siempre tendrán la razón en dejarlos en agua el día anterior, lavarlos bien, en fin, todos aquellos procesos que nos ayuden a reducir la cantidad de almidón, y por ende, a evitar gases.

Culturas enteras pudieron vivir de los granos, creo que es hora de que nosotros empecemos a usar la creatividad para usar nuevas harinas que hacen de los pecados pasteleros un premio pecaminoso, otros tipos de bebidas de granos conocidas también como “leche de arroz, almendras, etc.”, pastas integrales, en fin, podríamos estar aquí eternamente haciendo listas de mercado.

Pero si les faltan motivos más realistas revisé también los libros de las abuelas, encontré que los granos nos ayudan a perder peso, mejorar nuestro sistema digestivo y por ende la piel. Son un sano reemplazo en los que buscamos dejar un poco la proteína animal para mantener nuestros niveles y están llenos de vitaminas, minerales y antioxidantes; así que vayamos directo al grano sin dudarlo.

Mis recomendados de hoy:

Granel Gourmet (@granelgourmet): Una tienda dedicada a los “comestibles”. Es una alacena de placeres deliciosos para cocinar, a granel conseguirán granos, especias, aceites y mil cosas más para la cocina. Ustedes decidan cuántos gramos de felicidad se llevan con ustedes a casa.

Y los mejores pasteles de garbanzo que he podido probar, un pecado que conocí hace muy poco en Bogotá. Entre semana solo son a domicilio (Rappi, antojo total) y los domingos pueden desayunar a lo puro cucuteño (Cra. 10 # 134B-38). Los pasteles de «La Polla Franco», doña Rosa Virginia Sandino, con ese sabor propio de Cúcuta, lleno de aromas que lo llevan a uno al cielo. Además pídanlos con ají “corroncho”, un delicioso ajisito con cebollitas ocañeras, vinagre rojo y mucho picante. Así o más antojados. Llámenla, fritos o congelados, no se van a arrepentir (310 476 8142).

#MadamePapita

@ChefGuty para El Espectador. Octubre 5, 2017.

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn

Otras columnas

Acompáñame cada semana a recorrer temas que nos unen a través de la comida y sus tradiciones, las recomendaciones de buenos lugares y viajes glotones, productos y emprendimientos que vale la pena destacar y un descubrimiento de nuevas alternativas de salud, alimentación y bienestar con los aceites esenciales.

Romance gastronómico

“La comida como el erotismo entra por los ojos pero hay gente que es capaz de echarse cualquier cosa a la boca (…)”* Muchos hemos pasado por el terrible momento de angustia de invitar a la casa a esa persona

Unidos somos más

Todavía me sigue sorprendiendo cómo una pandemia pudo volvernos más ingeniosos a la hora de sumar esfuerzos, juntarnos en torno a la cadena de alimentar y para crear modelos de sostenibilidad. Todo esto es un ejemplo de lo bueno que

Negocios de familia

Esta semana descubrí que, después de tantos días compartiendo en familia, ya estamos negociando desde el turno de la ducha hasta los menús del día siguiente. La convivencia se torna difícil cuando todos tenemos el mismo horario y entre seis